viernes, 31 de enero de 2020

Usos comunales de Alcañices en el siglo XIX


Hace muchos años que tuve la curiosidad de querer saber  cómo y que había sido  Alcañices, que hechos históricos aquí acontecieron y como fue la vida de los predecesores que lo habitaron. Felizmente, ahora muchos sienten esa curiosidad y  publican datos de hechos  históricos que sucedieron en la villa. Esto empezó a partir de 1997 con la celebración del séptimo centenario del Tratado de Alcañices, acontecimiento casi ignorado hasta entonces por estos lares y que en Portugal se estudiaba en lo que aquí se podría llamar EGB.
Creo que en España no existe documento que refleje este tratado, en cambio en Portugal, creo que el al Torre do Tombo, está un original del mismo. ¿Sería bueno que el ayuntamiento de la Villa pidiera que le hicieran un facsímil?  Ahí dejo la idea.
Fui a archivos y museos y leí las actas de sesiones del ayuntamiento. De las lecturas de las actas de  sesiones  (solo existen desde 1838, creo que como consecuencia de incendios), tomé algunos apuntes y de las cosas: costumbres, trabajos, etc. que entonces se hacían,  voy a intentar dejar aquí constancia:
Durante los años 1838 y 1839, el ayuntamiento  se ve forzado a enajenar constantemente terreno del común “para poder satisfacer la contribución extraordinaria de guerra” (guerras carlistas) como queda reflejado en la sesión del 6 de enero de 1939. Entonces eran comunales además de los que   todavía lo son: el Tejar, la Riberica, Valdesejas, Valmiano, Valmojado, Bozas y algún otro pago.
En sesión del 12 de febrero de 1839, se deja constancia de que “varios vecinos hacen donación al común de trozos de terrenos propios, a condición de que no sean vendidos por el ayuntamiento, dado que algunos vecinos no tienen suficiente para alimentar sus ganados”.
Varias son las sesiones que tratan de la plantación de árboles. El 16 de febrero de 1840 se acuerda que en  el término municipal, se hace mención de los sitios que a tal efecto se asignan: la Atalaya, la Castañal, la Ribera, márgenes del camino de Vivinera, y fincas particulares, se planten árboles frutales y castaños. El ayuntamiento proporciona los plantones gratuitamente a los vecinos para que los planten  y les cede los frutos y la propiedad de los árboles a quienes lo hagan antes de 1 de abril e impone una multa de 1 ducado a los que no colaboren en el proyecto.
El 13 de marzo de 1848 el alcalde manda plantar castaños en el Soto, costeando el proyecto con cargo a fondos del común, para lo que comisiona a “una persona de confianza e inteligencia”.
El 6 de marzo de 1849 se ordena que continúe el olivado de la majada del Refoyo y  “que cada vecino envié a tal efecto una persona capaz, provista de hacha, o calagozo suficiente, bajo multa de 8 reales al que falte”.

La religiosidad se manifiesta en muchas ocasiones:
 Todos los años, poco después de reyes, se comisiona a un miembro del ayuntamiento para que acuerde con el cura párroco la celebración de una misa solemne el 2 de febrero, festividad  de las Candelas. Haciéndose cargo de los gastos que ocasione.
El 12 de mayo de 1840 se dispone solicitar al párroco, con cargo al ayuntamiento los gastos que ocasione, hacer rogativas por la enfermedad, EPITOZIA, que con frecuencia ataca a los ganados del pueblo.
El 18 de setiembre de 1845, el acta del pleno dice: que debido a que la iglesia parroquial es pequeña, acuerda nombrar capellán de la iglesia del convento con una dotación de 750 ducados anuales.
En 20 de diciembre de 1846 se manda repasar el tejado de la iglesia  parroquial y le encargan el trabajo al “maestro cantero residente en esta villa, Felipe Prieto”.
“En la Villa de Alcañices a 21 de abril de 1844, reunidos los componentes de este Ayuntamiento en la sala consistorial, dijeron: Que para celebrar el feliz regreso a estos reynos de S. M. Dª. María Cristina, madre de nuestra reyna, tuviera lugar un solemne Tedeum en la iglesia parroquial de esta villa a cuyo fin se pasara recado a su párroco y a todas las autoridades civiles y militares de esta población y personas de alguna capacidad en la misma, habiendo vaile de tamboril para mayor suntuosidad y alegría del acto”
En 13 de junio de 1855, se acuerda “celebrar con toda solemnidad la función de la Inmaculada Concepción de la Bien Aventurada Virgen María.   A dicho acto asistirán 3 o más sacerdotes llamados por el ayuntamiento, además de autoridades y personas notables de la población. Se declara día de fiesta y no se podrá trabajar. Habrá iluminación general desde las 8 de la tarde.
El 19 de noviembre de 1863 acuerdan “dirigirse al Gobierno de su Majestad por conducto del Ilmo. Obispo de Zamora, en unión del párroco don Miguel Blanco, para hacer presente la necesidad de un presbítero coadjutor para la población. Ya que la forman 247 vecinos, 1907 almas, además de los transeúntes y forasteros que vienen a los mercados, juzgados y demás dependencias”.

El ayuntamiento tiene  multitud de obligaciones, cargas, y cargos. Ejemplos:
 En 1840 el consistorio es el encargado de la venta de: Bulas de la Cruzada e Indultos de carne (se supone que para poder comer carne sin pecar), para lo que comisiona a don José Losada “como persona capaz de responder”.

El 2 de enero de 1842 acuerda sacar a concurso público el servicio de la Valija del Correo para que la correspondencia sufra el menor retraso.
El 13 de mayo hay un acuerdo “dando remate a la cartería, que se concede a Manuel Fernández en la suma de 250 ducados.

Continuará…
Bueno, continuara si quienes esto lean lo consideran interesante y lo digan.