Hace
muchos años que tuve la curiosidad de querer saber cómo y que había sido Alcañices,
que hechos históricos aquí acontecieron y como fue la vida de los predecesores
que lo habitaron. Felizmente, ahora muchos sienten esa curiosidad y publican datos de hechos históricos que sucedieron en la villa. Esto
empezó a partir de 1997 con la celebración del séptimo centenario del Tratado
de Alcañices, acontecimiento casi ignorado hasta entonces por estos lares y que
en Portugal se estudiaba en lo que aquí se podría llamar EGB.
Creo
que en España no existe documento que refleje este tratado, en cambio en
Portugal, creo que el al Torre do Tombo, está un original del mismo. ¿Sería
bueno que el ayuntamiento de la Villa pidiera que le hicieran un facsímil? Ahí dejo la idea.
Fui
a archivos y museos y leí las actas de sesiones del ayuntamiento. De las
lecturas de las actas de sesiones (solo existen desde 1838, creo que como
consecuencia de incendios), tomé algunos apuntes y de las cosas: costumbres,
trabajos, etc. que entonces se hacían,
voy a intentar dejar aquí constancia:
Durante
los años 1838 y 1839, el ayuntamiento se
ve forzado a enajenar constantemente terreno del común “para poder satisfacer
la contribución extraordinaria de guerra” (guerras carlistas) como queda reflejado
en la sesión del 6 de enero de 1939. Entonces eran comunales además de los
que todavía lo son: el Tejar, la
Riberica, Valdesejas, Valmiano, Valmojado, Bozas y algún otro pago.
En
sesión del 12 de febrero de 1839, se deja constancia de que “varios vecinos
hacen donación al común de trozos de terrenos propios, a condición de que no
sean vendidos por el ayuntamiento, dado que algunos vecinos no tienen
suficiente para alimentar sus ganados”.
Varias
son las sesiones que tratan de la plantación de árboles. El 16 de febrero de
1840 se acuerda que en el término
municipal, se hace mención de los sitios que a tal efecto se asignan: la
Atalaya, la Castañal, la Ribera, márgenes del camino de Vivinera, y fincas
particulares, se planten árboles frutales y castaños. El ayuntamiento
proporciona los plantones gratuitamente a los vecinos para que los planten y les cede los frutos y la propiedad de los
árboles a quienes lo hagan antes de 1 de abril e impone una multa de 1 ducado a
los que no colaboren en el proyecto.
El
13 de marzo de 1848 el alcalde manda plantar castaños en el Soto, costeando el
proyecto con cargo a fondos del común, para lo que comisiona a “una persona de
confianza e inteligencia”.
El
6 de marzo de 1849 se ordena que continúe el olivado de la majada del Refoyo
y “que cada vecino envié a tal efecto
una persona capaz, provista de hacha, o calagozo
suficiente, bajo multa de 8 reales al que falte”.
La
religiosidad se manifiesta en muchas ocasiones:
Todos los años, poco después de reyes, se
comisiona a un miembro del ayuntamiento para que acuerde con el cura párroco la
celebración de una misa solemne el 2 de febrero, festividad de las Candelas. Haciéndose cargo de los
gastos que ocasione.
El
12 de mayo de 1840 se dispone solicitar al párroco, con cargo al ayuntamiento
los gastos que ocasione, hacer rogativas por la enfermedad, EPITOZIA, que con
frecuencia ataca a los ganados del pueblo.
El
18 de setiembre de 1845, el acta del pleno dice: que debido a que la iglesia
parroquial es pequeña, acuerda nombrar capellán de la iglesia del convento con
una dotación de 750 ducados anuales.
En
20 de diciembre de 1846 se manda repasar el tejado de la iglesia parroquial y le encargan el trabajo al
“maestro cantero residente en esta villa, Felipe Prieto”.
“En
la Villa de Alcañices a 21 de abril de 1844, reunidos los componentes de este
Ayuntamiento en la sala consistorial, dijeron: Que para celebrar el feliz
regreso a estos reynos de S. M. Dª. María Cristina, madre de nuestra reyna,
tuviera lugar un solemne Tedeum en la iglesia parroquial de esta villa a cuyo
fin se pasara recado a su párroco y a todas las autoridades civiles y militares
de esta población y personas de alguna capacidad en la misma, habiendo vaile de tamboril para mayor
suntuosidad y alegría del acto”
En
13 de junio de 1855, se acuerda “celebrar con toda solemnidad la función de la
Inmaculada Concepción de la Bien Aventurada Virgen María. A dicho acto asistirán 3 o más sacerdotes
llamados por el ayuntamiento, además de autoridades y personas notables de la
población. Se declara día de fiesta y no se podrá trabajar. Habrá iluminación
general desde las 8 de la tarde.
El
19 de noviembre de 1863 acuerdan “dirigirse al Gobierno de su Majestad por
conducto del Ilmo. Obispo de Zamora, en unión del párroco don Miguel Blanco,
para hacer presente la necesidad de un presbítero coadjutor para la población.
Ya que la forman 247 vecinos, 1907 almas, además de los transeúntes y
forasteros que vienen a los mercados, juzgados y demás dependencias”.
El
ayuntamiento tiene multitud de
obligaciones, cargas, y cargos. Ejemplos:
En 1840 el consistorio es el encargado de la
venta de: Bulas de la Cruzada e Indultos
de carne (se supone que para poder comer carne sin pecar), para lo que
comisiona a don José Losada “como persona capaz de responder”.
El
2 de enero de 1842 acuerda sacar a concurso público el servicio de la Valija del Correo para que la
correspondencia sufra el menor retraso.
El
13 de mayo hay un acuerdo “dando remate a la cartería, que se concede a Manuel
Fernández en la suma de 250 ducados.
Continuará…
Bueno,
continuara si quienes esto lean lo consideran interesante y lo digan.