Usos comunales de Alcañices (2)
Otra
de las constantes preocupaciones del consistorio es lo concerniente a abastos
para la localidad, tanto por las contribuciones que percibe como por la calidad
de los servicios que se prestan. Como el ayuntamiento está siempre a dos velas
hay muchos acuerdos concernientes al cobro de arbitrios.
En
12 de mayo de 1839, se hace referencia a
que “los arrendatarios que deben pagar los arbitrios efectúen los
pagos rápidamente para poder atender a la contribución de guerra. Que se haga
saber a los de abastos, alcabala, taberna, casa mesón y fielato (estos
arrendamientos salen a subasta anualmente) que solo una tercera parte la paguen
en vellón y los otros 2/3 en oro o plata”.
El
28 de marzo de 1841 el consistorio se hace eco de las quejas de los vecinos en
relación a la calidad de los productos que se venden en los abastos, y propone
medidas para que sea mejorada esa calidad. ¿Qué proponen?: “multas que se duplicaran si se repiten los hechos”.
También
el ayuntamiento protege a los arrendatarios de estos servicios; así, en sesión celebrada el 11 de abril de 1841,
acordaron: Que siendo mañana y pasado los
días en que, según costumbre, los vecinos celebran la Pascua saliendo al valle
donde se hallan los sembrados, se les haga saber en evitación de perjuicios que
no pueden llevar a Valdesejas ninguna caballería, bajo la multa de un ducado a
quien lo hiciere, y que solo las dos del tabernero que conducen el vino pueden
consentirse. Haciéndolo presente por medio de la voz pública para conocimiento
de todos los habitantes de esta villa. Y lo firman conmigo: Gago, Fagundez, Fraile
y Mezquita. Que certifico.
El
1 de enero de 1843 se ordena: Que, según
costumbre, se proceda a la entrega de medidas,
pesas y demás alhajas propios de esta villa a los abastecedores, reconociéndolas
antes por si se hallan deterioradas.
20
de noviembre de 1846: Habiéndose
denunciado a la Corporación por algunos vecinos de la mala calidad del vino que
se vende en el puesto público por el arrendatario. A fin
de averiguar lo que en el
particular haya, se nombran como peritos
inteligentes a D. José Martínez y a D. José Rodríguez (digo yo que serían
expertos en el tema) de esta vecindad, a
quienes se les hará saber por el alguacil de que cumplan con religiosidad (será
porque con vino se consagra) este encargo
para que en vista de lo que adviertan, acordar lo conveniente en beneficio del
vecindario. Así lo dijeron y firmaron los que saben. De que certifico.
El
26 de abril de 1849 se dice: A los que se
dediquen a la venta de vino al por mayor que tienen la obligación de
descargarlo en la casa taberna o en el fielato para su intervención. Los vecinos que tengan vino a la venta lo
llevaran a la taberna o fielato para su depósito en el plazo de este día, bajo
la pena de decomiso y demás a que haya lugar.
Inventario
que el ayuntamiento hace el 1 de enero
de 1855 de los pesos, medidas y utensilios existentes en las dependencias
municipales:
En la taberna.- Unas cubas buenas que hacen
38 cántaros. Un cubeto mediano. Dos tinajas de barro. Medio cántaro de madera y un
cuartillo de asta.
En el Portalón.- siete alqueres con sus
raseros y otro para castañas sin rasero. Una romana grande que hace por el lado
mayor 21 arrobas y 20 libras y por el
menor 7 arrobas y 8 libras.
En la Obliga.- 1 peso con 5 pesas de
hierro: una de 8 libras ,
una de 4 libras ,
una de 2 libras, una 1 libra y una de ½ . una romana de 11 arrobas y 10 libras
del lado mayor y por el menor 3 arrobas y 14 libras y una maroma que tiene 10
varas de largo y de grueso 2 dedos.
En la Abacería.- Una romana de ¼ de arroba, un puchero de cobre y medidas de:
media libra, un cuarterón, dos onzas, dos cuartos, y un cuarto de hojalata.
Sesión
del 2 de abril de 1959. En Alcañices a dos de abril de mil
ochocientos cincuenta y nueve. Reunidos en la sala capitular los señores que se
relacionan al margen, acordaron: que en el próximo mercado saliese una comisión
de esta corporación a hacer el repeso del pan cocido para evitar que se
defraudase al público por indolencia de las autoridades. Dando parte, concluida
que sea dicha operación, de las faltas que noten para adoptar las providencias
convenientes.
Hasta
las proximidades del siglo XX hubo en Alcañices una feria mensual de ganado y
dos mercados semanales que se hacían en el
Portalón. Esta dependencia municipal estaba en un edificio destinado a ello situado en el
espacio que hay desde el Banco de Castilla a la tienda de Domingo y Tita.
El
10 de diciembre de 1863, el ayuntamiento y los vecinos acuerdan dirigirse al
ministerio de Hacienda haciéndole saber que la contribución que tiene que pagar
el ayuntamiento es excesiva y que no puede costearla, máxime cuando se ha
creado una feria en San Vitero en la que lo que se les cobra a los ganaderos
por ir es menos que lo que se cobra en Alcañices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario